Todos somos iguales pero diferentes.


Todos los hombres y mujeres somos absolutamente iguales, sin distinción alguna de etnia,
color, físico, sexo, orientación sexual, edad, discapacidad, idioma, religión, opinión política o de
cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o cualquier otra
condición, como queda recogido en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de
Naciones Unidas de 1948, por tanto, iguales en el ejercicio pacífico de nuestros derechos
individuales.


Somos iguales, pero sin duda, somos diferentes, ya que lo más importante es que cada persona
tenemos nuestros propios valores, emociones y percepciones, cultura, lengua o religión, que
conforman nuestra particular identidad.

http://www.faest.org/images/intolerancia/manifiesto-todos-iguales.pdf

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